Cómo saber si estás ante un caso de acoso laboral

  • Poner trabas a tu trabajo, ser demasiado exigente o relevar de las tareas pueden ser claros síntomas de 'mobbing'

Tener estrés por una carga excesiva de trabajo puede ser algo habitual pero, ¿a partir de cuándo se convierte en acoso laboral? Descubre cuáles son las señales y síntomas que te convierten en una víctima de 'mobbing' y aprende a reaccionar ante este fenómeno.

1 El 'mobbing' o acoso laboral.

Este término anglosajón significa asediar, acosar o acorralar y sirve para designar el acoso que una persona sufre en su lugar o puesto de trabajo.

La persona afectada recibe una maltrato psicológico a través de conductas negativas y comportamientos hostiles. Este acoso puede darse en diversas direcciones. Puede provenir de los propios compañeros, de los subalternos (en el caso de un jefe) y de los superiores, siendo este último el caso más común.

Lo que se pretende en último término es que la víctima abandone su puesto de trabajo por no poder aguantar la situación. En el caso de los superiores, es una estrategia utilizada para no tener que despedir a la persona y por tanto no pagar la indemnización correspondiente. Cuando son los compañeros los que propician este acoso se debe más a cuestiones de celos profesionales o por considerar que el afectado es una amenaza para sus propios intereses.

2 Cómo detectarlo.

Detectar que se está ante una situación de 'mobbing' puede ser muy complicado. En algunos casos puede confundirse con el estrés o el agotamiento propio de ciertos puestos de trabajo. Sí es posible, sin embargo, encontrar ciertos indicios de se está siendo víctima de un caso de acoso laboral.

Fíjate en si te asignan objetivos imposibles de cumplir en los plazos dados o si te sobrecargan de trabajo, a diferencia de tus compañeros. También pueden utilizar la técnica contraria y quitarte responsabilidad, cambiar tus tareas por otras de poco interés o incluso dejarte sin ellas. Trata de averiguar si retienen o manipulan información que es crucial para el desempeño de tu labor con el objeto de que cometas errores y después acusarte de negligencia.

Si te amenazan de manera continua, te gritan o insultan los indicios son entonces claros. Igualmente sucede si te ignoran, no te dirigen la palabra o te comunican las órdenes a través de otro compañero.

3 Los efectos para tu salud.

Soportar este tipo de trato vejatorio durante un largo tiempo puede repercutir muy negativamente en tu salud. También puede afectar a tu vida personal. Psicológicamente comenzarás a sentirte inseguro y perderás la confianza en tus capacidades. Es posible que incluso te llegues a creer que no haces bien tu trabajo y tengas dificultades para tomar decisiones o resolver conflictos de cualquier tipo.

Pueden llegar a aparecer enfermedades. La ansiedad y el estrés dan paso a la irritabilidad, a los cambios de humor, al insomnio, problemas digestivos y de piel y pueden acabar en una depresión severa.

4 Busca ayuda.

Si estás seguro de que sufres este problema en tu puesto de trabajo es aconsejable que busques ayuda cuanto antes. El primer lugar al que puedes acudir son las asociaciones de afectados. En ellas encontrarás otras personas que están pasando por lo mismo y te darán toda la orientación que necesites. Cada Comunidad Autónoma tiene la suya propia así en Madrid se encuentra la ACAL (Asociación Acción contra el Acoso Laboral).

Para asesorarte sobre cuestiones legales y jurídicas busca un abogado laboralista especializado en estos temas. No se trata de que empieces una batalla legal de inmediato pero es bueno que estés informado para cuando llegue el momento. También puedes ponerte en contacto con los sindicatos de trabajadores.

Por último, si la situación que vives empieza a afectar a tu vida fuera del trabajo pide cita en tu médico de cabecera. Él te aconsejará sobre el tratamiento a seguir o te derivará al especialista correspondiente.

5 Iniciar trámites legales.

El Código Penal español tipifica el acoso laboral como un delito de tortura y contra la integridad moral y acarrea penas de entre un año y nueve meses a tres de prisión o multas elevadas.

Demostrar esta situación ante un juez es bastante complicado. Las técnicas que utiliza el acosador a menudo son muy sutiles. Necesitarás testigos que ratifiquen tu postura, ya que si no es tu palabra contra la suya. Es raro que tus compañeros se presten a declarar por temor a perder su puesto o a posibles represalias.

Al margen de lo que te indique tu abogado es importante que recopiles todas las pruebas a tu alcance. Mails o comunicaciones internas por escrito donde se den órdenes o encargo de tareas. También informes psicológicos o partes de bajas donde un médico ratifique la situación que estás viviendo.

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